El aislamiento térmico de una vivienda es esencial para poder garantizar una buena calidad de vida a sus usuarios, de manera que en esta ocasión vamos a hablar de la lana de roca como aislante térmico, analizaremos sus particularidades así como los diferentes usos a los que la podemos destinar, y aprovecharemos para hacer una comparativa con el poliestireno expandido para valorar sus pros y contras.
¿Qué es la lana de roca?
La lana de roca es un material que se utiliza como aislante térmico y acústico tanto en la industria como en la construcción.
En cuanto a la composición de la lana de roca, está conformada por fibras minerales, las cuales se obtienen al fundir determinados minerales a altas temperaturas en hornos especiales, tras lo cual se realiza un proceso de hilado y se deja enfriar.
Estas fibras que hemos obtenido se mezclan con aceites y/o resinas para formar mantas completas, las cuales se pueden colocar con mucha facilidad gracias a su bajo peso y a que son fácilmente moldeables.
Para obtener una lana de roca de calidad es necesario fabricarla a partir de minerales y rocas volcánicas que tengan un elevado contenido en basalto.
Propiedades de la lana de roca
Vamos a analizar algunas de las principales propiedades y características de la lana de roca:
- Aislamiento térmico: una de las propiedades más destacadas de la lana de roca y razón por la que se utiliza tanto en construcción es por su capacidad como aislante térmico, lo que evita el paso del calor del exterior al interior de la vivienda y viceversa.
- Aislamiento acústico: también tiene un buen comportamiento a nivel de aislamiento acústico, reduciendo la entrada y salida de ruidos.
- Resistente al fuego: en caso de incendio, la lana de roca no propaga el fuego, por lo que se puede utilizar en base a la normativa correspondiente.
- Repele la humedad: no acumula humedad, gracias a lo cual se puede instalar en lugares húmedos sin miedo a que se deteriore o fomente la formación de moho.
- Larga durabilidad: la vida útil de la lana de roca es muy elevada, manteniendo sus características iniciales.
- Bajo peso: es un material que pesa muy poco, lo que facilita su instalación y transporte.
Usos y aplicaciones
La lana de roca cuenta con un amplio abanico de usos y aplicaciones, pudiendo destacar los siguientes:
- Aislamiento térmico y acústico en edificios.
- Aislamiento térmico en hornos y sistemas industriales.
- Aislamiento para sistemas de climatización y ventilación.
- Aislamiento en congeladores, contenedores térmicos y refrigeradores.
- Aislamiento en equipos de fundición y hornos industriales.
Lana de roca insuflada
Se trata de una variante que es empleada fundamentalmente en el ámbito de la construcción como aislante térmico.
La lana de roca inyectada se fabrica mediante soplado, y se utiliza tanto en cerramientos como en tabiquería y techos.
Lana de roca proyectada
En este caso, la lana de roca se va a aplicar mediante proyectado a alta velocidad sobre las superficies a aislar.
Para ello es necesario utilizar maquinaria especializada para lana de roca proyectada, pero permite aislar grandes superficies en plazos de tiempo muy cortos.
Además de poder utilizarse en cerramientos, tabiquería, techos y suelos, es especialmente útil para alcanzar zonas difíciles.
SATE con lana de roca
El sistema SATE es un tipo de aislamiento que se basa en el revestimiento exterior de los edificios, en este caso, utilizando lana de roca.
Para ello se utilizan adhesivos y sistemas de fijación mecánicos, y la ventaja del sistema SATE es que permite eliminar absolutamente todos los puentes térmicos de la fachada, incluyendo los pilares y forjados, lo que ofrece un resultado sobresaliente.
Comparativa de la lana de roca frente al poliestireno expandido
Tanto la lana de roca como el poliestireno expandido son dos materiales muy utilizados en el aislamiento térmico y acústico de edificios.
Aunque en ambos casos hablamos de soluciones de muy buena calidad, lo cierto es que existen algunas diferencias que es importante conocer, como por ejemplo, el hecho de que el poliestireno tiene una ventaja muy importante que es que se trabaja más cómodamente, por su bajo peso y porque no produce molestias como el picor que genera el contacto con la lana de roca por la liberación de pequeñas fibras.
El poliestireno expandido también destaca por ser una solución mucho más interesante para entornos húmedos, ya que aunque ninguno de ellos absorbe humedad en teoría, pueden existir determinadas condiciones en las que la lana de roca impida una total liberación de la misma, con el consiguiente riesgo de aparición de moho y otros problemas.
Además, el poliestireno expandido es más económico y tiene una menor densidad y peso en comparación con la lana de roca.
Conclusiones
La lana de roca es un material aislante muy útil gracias a sus propiedades, y permite unos resultados fantásticos a la hora de aislar prácticamente cualquier tipo de construcción.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que para su fabricación, se precisa de ingentes cantidades de energía, a la vez que se libera un elevado volumen de CO2 a la atmósfera, por lo que hay otras alternativas como el poliestireno expandido que ofrecen mejores condiciones, y son consideradas más sostenibles y seguras para el medioambiente y para las personas.