Un hogar bien aislado permite disfrutar de múltiples ventajas como son un entorno mucho más saludable, mayor confort y estabilidad climática en el interior y un ahorro importante en energía, ya que con menos conseguiremos mantener la temperatura interior, lo que significa que ahorraremos dinero y a la vez tendremos un comportamiento más sostenible. Existen diferentes materiales para un adecuado aislamiento térmico, de manera que vamos a centrarnos en esta ocasión en aislar con celulosa, una opción muy interesante especialmente para viviendas ya construidas.
¿Qué es la celulosa y cómo funciona como aislante?
La celulosa es la molécula orgánica que más abunda en la Tierra, y se utiliza frecuentemente en la fabricación de productos de papelería como son los folios, papel de periódico y otros formatos.
Cuando hablamos de aislamiento con celulosa, nos referimos a la reutilización de viejos periódicos que se trocean para insuflar en el interior de las cámaras y así conseguir un buen aislamiento.
Estos trozos de periódicos se mezclan con ácido bórico, ya que de esta manera se consigue realizar un tratamiento que permite desarrollar características fungicidas, ignífugas e insecticidas al papel, convirtiéndose de esta manera en un aislante térmico de primera calidad.
Al introducir la celulosa en el interior de la cámara mediante pequeños agujeros que se realizan en la pared, se consigue aislar de manera muy eficiente el cerramiento exterior de la ladrillería interior, evitando los puentes térmicos y con la particularidad de que los trozos de papel se consiguen meter por absolutamente todos los huecos, con lo que se logra cubrir toda la superficie disponible.
Ventajas y desventajas de la celulosa frente al poliestireno expandido
Invertir en un buen aislamiento térmico es muy necesario para disfrutar de mejor calidad de vida y un importante ahorro energético en el hogar, pero existen tantas alternativas que muchas veces es difícil tomar una decisión acerca de cuál de ellas es más apropiada para nuestro proyecto.
Vamos a comparar la celulosa como aislante y el poliestireno expandido, ya que este segundo es el tipo de aislamiento más extendido y utilizado en la actualidad por sus fantásticas características y ventajas.
Aislar con celulosa es una solución muy interesante sobre todo si se trata de una vivienda ya construida, ya que permite su aplicación dentro de cámaras con espacio libre como era habitual construir en el pasado, donde no se introducían aislantes, sino que se dejaba una cámara de aire para romper los puentes térmicos.
El problema es que la cámara de aire no ofrece tan buenos resultados como si la rellenamos con un buen aislante, pero al tratarse de una vivienda ya construida, si queremos utilizar poliestireno expandido u otro aislante térmico, generalmente tendremos que proceder realizando obra, ya sea creando una cámara nueva o abriendo la cámara vieja para introducir el aislante.
Esto genera mucho trabajo, ruido, suciedad y tiene un presupuesto más elevado que si optamos por aislar con celulosa mediante insuflado, un proceso muy rápido, que apenas requiere obra, ofrece fantásticos resultados y es mucho más económico, además de que estaremos reutilizando viejos periódicos.
Sin embargo, si se trata de una vivienda nueva, el poliestireno expandido es una solución más interesante puesto que no va a interferir en el desarrollo de la obra, además de que ofrece un aislamiento de primera calidad a un precio muy económico, con la particularidad de que su bajo peso no añade cargas significativas sobre la estructura.
El poliestireno expandido también se puede utilizar en viviendas ya construidas de todo tipo, pero en estos casos se recurre al sistema SATE, el cual se basa en la colocación del aislante por el exterior de la vivienda, es decir, en la fachada, con lo cual se logra un aislamiento casi perfecto puesto que elimina los principales puentes térmicos que se mantienen con los aislantes mediante cámara como por ejemplo ocurre en zonas donde hay pilares, uniones entre muros y uniones de muro y forjado.
Además, podríamos insuflarlo como la celulosa gracias a las perlas de poliestireno.
Conclusión
Aislar con celulosa o con poliestireno expandido son dos opciones que nos van a satisfacer, pero por supuesto hay que tener en cuenta que mientras que la celulosa se caracteriza por ser una solución rápida y económica para viejas viviendas, en el caso del poliestireno expandido nos podemos adaptar tanto a la vivienda ya construida como a la nueva construcción, con soluciones tanto para cámara como para interior y exterior, y siempre con la garantía de estar utilizando uno de los considerados como mejores aislantes térmicos.